La periodista Shireen Abu-Akleh del medio de circulación internacional Al Jazeera fue asesinada de un disparo durante una intervención del Ejército israelí en Cisjordania.
La reportera palestina de 51 años, una de las más destacadas del medio catarí Al Jazeera, falleció el pasado miércoles tras recibir una bala en la cara mientras cubría una redada de fuerzas israelíes en un campo de refugiados en la ciudad de Yenín, al norte de Cisjordania.
La emisora informó que Abu-Akleh llevaba puesto un chaleco de prensa mientras ejercía su trabajo y responsabilizó al Ejército israelí por su muerte.
El embajador de Estados Unidos en Israel, Tom Nides, exigió una “investigación exhaustiva de las circunstancias” del fallecimiento de Abu Akleh, quien también tenía nacionalidad estadounidense.
La Unión Europea (UE) respaldó la petición y condenó enérgicamente el asesinato. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos expresó su consternación por la muerte de la periodista y exigió una “investigación independiente y transparente” sobre su muerte.
“Estamos sobre el terreno para tratar de verificar los hechos”, ha subrayado en un tuit en el que reclama que “la impunidad cese”.
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