Las esperanzas de encontrar con vida a los cinco tripulantes del submarino Titan, desaparecidos cerca del pecio del Titanic desde el pasado domingo, se desvanecieron con el hallazgo de un marco de aterrizaje y de la cubierta trasera de la embarcación.
Según un experto y amigo de dos de los pasajeros, todo indica que el submarino sufrió una grieta que provocó una «implosión catastrófica», acabando con la vida de Paul-Henri Nargeolet, Shahzada Dawood y su hijo Suleman, Hamish Harding y Stockton Rush.
Uno de los expertos, citado por Daily Mail, explicó: «Este es un submarino no convencional, la cubierta trasera encontrada es el extremo puntiagudo y el marco de aterrizaje es el pequeño marco en el que puede asentarse». Aunque aún no se ha encontrado el casco, el descubrimiento de estas dos partes importantes sugiere que la embarcación está fragmentada.
Los investigadores continúan la búsqueda de otros restos del submarino para determinar la causa del desastre. La principal hipótesis es que el submarino sufrió una fisura en el casco y experimentó una implosión. Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, empresa propietaria del submarino, explicó que las profundidades a las que operan generan una presión tan intensa que cualquier falla puede provocar una implosión instantánea. Según Söhnlein, si eso es lo que ocurrió, habría sucedido hace cuatro días, antes del hallazgo de los restos.

¿Qué es una implosión?
La implosión es el colapso y la contracción de un objeto hacia su centro debido a fuerzas externas o internas. En este caso, se produce cuando la presión del mar a cierta profundidad supera la presión interna del submarino. Cualquier grieta en el casco o en el mirador acrílico podría haber provocado un cambio fatídico en la presión, con consecuencias catastróficas.
El buzo Michael Harris explicó a Fox que cualquier daño en la estructura del submarino, construido con fibra de carbono y titanio, tendría resultados catastróficos, ya que no resistirían la presión. A casi 4 mil metros de profundidad, donde la presión del agua es de aproximadamente 400 atmósferas, alrededor de 400 veces mayor que en la superficie. Esto implica que cada centímetro cuadrado de superficie soporta una presión de 400 kilogramos.

La presión del agua a esa profundidad podría haber superado la resistencia del casco del submarino, deformando la estructura hasta su colapso. En ese caso, los tripulantes habrían perdido la vida de manera inmediata.
La tragedia del submarino Titan continúa siendo objeto de investigación, y los familiares y amigos de los tripulantes enfrentan ahora la devastadora realidad de su pérdida.
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Con información de La Razón
Fotos: La Razón