Todo lo que sabemos sobre el submarino desaparecido que bajó a ver los restos del Titanic
Tras varios días de intensa búsqueda, la situación sigue siendo incierta para el submarino desaparecido en su misión de explorar los restos del Titanic en el fondo del Océano Atlántico Norte. A medida que se agota el tiempo y las esperanzas de encontrar con vida a las cinco personas a bordo, los equipos de rescate continúan con sus esfuerzos para localizar y recuperar la embarcación.
La Guardia Costera de EE. UU. informó que un avión canadiense participante en la búsqueda del sumergible Titan detectó «ruidos submarinos» en la madrugada de este miércoles, lo que llevó a reubicar las operaciones bajo el agua en un intento de explorar el origen de dichos sonidos. Sin embargo, hasta el momento, no se ha logrado identificar con certeza la fuente de los ruidos ni su naturaleza.
El Titán, operado por la empresa estadounidense OceanGate Expeditions, se sumergió el pasado domingo con cinco pasajeros a bordo, entre ellos el multimillonario y explorador británico Hamish Harding, el experimentado explorador francés Paul Henry Nargeolet, el empresario británico de origen paquistaní Shazada Dawood y su hijo Suleman, y Stockton Rush, el responsable de OceanGate. El submarino perdió contacto con la superficie menos de dos horas después de iniciar su inmersión, generando gran preocupación y movilizando a equipos de búsqueda internacionales.
Las labores de búsqueda y rescate han involucrado a aviones estadounidenses y canadienses, así como a un buque equipado con un sumergible de aguas profundas. Varios países, incluido Francia con el envío del buque Atalante, se han unido a la operación con el objetivo de encontrar y salvar a los tripulantes del submarino desaparecido.
¿Cuándo se agotará la reserva de aire en el submarino?
La reserva de aire en el interior del submarino se estima que se agotará el jueves a las seis de la madrugada, hora local. El tiempo juega en contra de las operaciones de rescate, y aunque se logre localizar el submarino, los expertos advierten que su reflotamiento a tiempo podría ser complicado debido a su peso y a las condiciones del fondo marino.
El presidente de OceanGate, Stockton Rush, fue advertido previamente sobre los posibles riesgos asociados al enfoque experimental de la compañía, según reveló una carta dirigida a él en 2018. Sin embargo, Rush manifestó su compromiso de continuar con las labores de búsqueda mientras haya alguna oportunidad de supervivencia para las personas a bordo.
La desaparición del submarino Titán generó una gran conmoción tanto entre la comunidad de exploradores como entre el público en general. La expedición turística, con un costo aproximado de 250 mil dólares por persona, tenía como objetivo visitar los restos del transatlántico Titanic, hundido en 1912 a 3 mil 800 metros de profundidad en aguas del Atlántico norte. El interés por explorar estos restos históricos y su trágica historia atrajo a numerosos aventureros y exploradores a lo largo de los años.
A medida que se espera la llegada de más embarcaciones y equipos de rescate a la zona de búsqueda, la esperanza de encontrar con vida a los ocupantes del submarino desaparecido se va desvaneciendo. Las autoridades y los equipos de rescate enfrentan desafíos significativos debido a las difíciles condiciones en el fondo marino y la limitada reserva de aire dentro del submarino.
Expertos en salvamento marítimo han expresado su preocupación por la posibilidad de que el submarino haya sufrido daños estructurales durante su inmersión o que se haya quedado atrapado en algún obstáculo en el lecho marino. La falta de contacto y el tiempo transcurrido aumentan la incertidumbre y el pesimismo en torno a un desenlace favorable.
Los familiares de los tripulantes del submarino se encuentran en un estado de angustia y ansiedad, esperando noticias sobre sus seres queridos. Organizaron vigilias y se crearon campañas en las redes sociales para expresar apoyo y solidaridad con los afectados. Varios líderes gubernamentales y personalidades del mundo de la exploración marina expresaron su preocupación y ofrecieron su ayuda en la búsqueda y rescate.
A medida que continúan las operaciones de búsqueda, se plantea la necesidad de revisar y fortalecer los protocolos de seguridad en este tipo de expediciones, así como de establecer estándares más rigurosos para la exploración submarina en condiciones extremas. Los expertos y organizaciones relacionadas con la industria marítima están debatiendo la implementación de medidas adicionales que puedan prevenir accidentes y mejorar la seguridad de los buceadores y submarinos en misiones de exploración.
El caso del submarino Titán se suma a una serie de tragedias y desapariciones en el mar que han ocurrido a lo largo de la historia, recordándonos los riesgos y los desafíos que implica la exploración de las profundidades oceánicas. Aunque estas misiones son vitales para el avance científico y la comprensión de nuestro planeta, también es importante salvaguardar la vida de los exploradores y garantizar que se tomen todas las precauciones necesarias para evitar tragedias como esta.