El fiscal de Oaxaca, Bernardo Rodríguez Alamila, explicó que el menor reclutado por el Cártel de Sinaloa fue contactado mediante el juego en línea, utilizando este tipo de plataformas como herramienta para captar a menores.
La Fiscalía de Oaxaca confirmó a Infobae México que el Cártel de Sinaloa, que desde el 9 de septiembre enfrenta una disputa interna por el control de su organización en Culiacán, es responsable del acercamiento al menor oaxaqueño.
Este caso ha reavivado las alarmas sobre el uso de videojuegos y redes sociales como canales de reclutamiento del crimen organizado, que encuentra en estos medios un espacio para contactar a jóvenes de manera anónima y sin levantar sospechas.
Desde 2021, el Gobierno de México ha anunciado que plataformas como PlayStation, Xbox, y Nintendo, así como redes sociales como TikTok e Instagram, son utilizadas para atraer a menores, quienes son cautivados por nombres de usuario con referencias a cárteles, cuentos como “CJNG, CDN, sicai0s, c4rt3l” y otras variaciones que buscan llamar la atención de los jóvenes.
En los videojuegos, los delincuentes entablan contacto directo con los menores y los persuaden con la promesa de salarios elevados para llevar a cabo tareas de “halconeo” o vigilancia en zonas controladas por el narcotráfico. Este fenómeno no está aislado.
En un caso similar en octubre de 2021, tres menores en Oaxaca fueron rescatados cuando una mujer intentaba llevarlos a Monterrey tras contactarlos en el juego Free Fire. Las autoridades lograron localizarlos gracias a la tecnología GPS utilizada mientras jugaban.
Rodríguez Alamilla llamó a los padres a supervisar la actividad en línea de sus hijos ya fomentar el uso seguro de la tecnología.
“Es fundamental que los menores comprendan los riesgos de interactuar con desconocidos en internet y que cualquier situación sospechosa sea reportada de inmediato a las autoridades competentes”, señaló.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) denunció la magnitud del problema, señalando que cada año miles de niños de son reclutados por el narcotráfico y otras organizaciones criminales, lo que incrementa la violencia y la inseguridad en el país.