Con la llegada de altas temperaturas, las personas buscan alternativas para refrescarse y reducir su temperatura corporal y evitar la deshidratación, la insolación, los calambres y el agotamiento, problemas asociados a la intensa época de calor.
Uno de estos métodos es el consumo de refrescos y cerveza, pero su exceso puede generar efectos adversos en la salud.
Aunque mantenerse hidratado es vital para evitar estos problemas, es importante destacar que beber una considerable cantidad de agua natural y consumir frutas es la mejor opción.
Muchas personas creen erróneamente que la cerveza y los refrescos son una buena alternativa para contrarrestar el calor, pero esto no es del todo cierto.
La cerveza, una bebida alcohólica elaborada a partir de la fermentación de cereales, puede empeorar la situación.
Según la Clínica de Cleveland, tanto la cerveza como el vino reducen la liberación de la hormona vasopresina, encargada de mantener el equilibrio de fluidos en el cuerpo.
Además, el alcohol es diurético, lo que puede provocar una pérdida excesiva de líquidos, especialmente cuando se combina con el sudor causado por el calor. Aunque la cerveza puede generar una falsa sensación de hidratación, en realidad, no es una opción adecuada.
Por otro lado, los refrescos contienen azúcares añadidos y edulcorantes, lo que los convierte en una mala elección para combatir la deshidratación.
Según la Harvard T.H. Chan School of Public Health, el consumo excesivo de refrescos puede afectar la función renal y está asociado con problemas de deshidratación.
Estas bebidas también suelen contener altas cantidades de cafeína, un estimulante del sistema nervioso que puede generar sensaciones de alerta, pero no hidrata correctamente.
Ante esta situación, es importante tener en cuenta las recomendaciones de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, que señala que las bebidas azucaradas deben evitarse, mientras que el consumo moderado de alcohol puede ser tolerado.
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Foto: La Verdad Noticias
