El gobernador Miguel Barbosa Huerta enfrentó a los integrantes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la toma de protesta del nuevo consejo directivo y les recriminó su falta de apoyo.
En respuesta, los empresarios le gritaron al mandatario estatal que liberara la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), por lo que Miguel Barbosa descartó tener injerencia.
El escenario fue la Hacienda San José Actipan, en donde Fernando Treviño se despidió de la titularidad de la Coparmex en Puebla tras tres años de gestión y en su lugar quedó el publicista Rubén Furlong Martínez.
Durante su discurso, el gobernador destacó la importancia del sector empresarial para atender las problemáticas sociales e informó que mensualmente el estado recupera dos mil 500 empleos que se perdieron por el confinamiento.
Posteriormente, encaró a los líderes del sector empresarial por su ausencia para ayudarlo a atender la pandemia por el virus del SARS-CoV2.
“Pronto Puebla se va a reponer, por su fortaleza, por su gente, por los obreros, por los empresarios(…) le hemos invertido desde el gobierno tres mil millones de pesos y no recibí ninguna cooperación de ustedes, se los digo de manera grata, pero respeto, respeto su visión”.
Los asistentes que se encontraban revisando sus teléfonos, tomando vino, susurrando con sus compañeros de mesa o bostezando, se sobresaltaron por el cambio de narrativa y un grupo de hombres de la tercera edad gritó que liberara a la UDLAP.
También se quejaron por el cobro de impuestos. El gobernador les dejó en claro que no tenía injerencia en el conflicto de la UDLAP, el cual es ente fundaciones.
Pero los empresarios volvieron a gritar. “Este no es momento para hablar del tema de la universidad de las Américas, la UDLAP sigue funcionando de igual manera que lo hacia antes, yo no vine a debatir”.
El presidente saliente de la Coparmex, Fernando Treviño se acercó al gobernador para pedir que cambiara de tema, pero lo ignoró.
“No me van a impresionar(…) sabía que esto pasaría”, le dijo y el empresario volvió a su lugar.
Expuso que la familia Jenkins de Landa se robó los mil 500 millones de pesos del patrimonio de la fundación, el cual está en paraísos fiscales fuera de México.
“La UDLAP no tiene injerencia en el gobierno, no sé de dónde sacan eso, es un tema de legislaciones y de organizaciones de la sociedad civil”
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Fotos: Jafet Moz
