Este día, el Congreso del Estado dio un paso en favor de las mujeres al reconocer la violencia vicaria y castigarla hasta con 10 años y 8 meses de prisión.
En sesión del Pleno, los diputados locales aprobaron por unanimidad de votos la Minuta de Decreto de las comisiones unidas de Procuración y Administración de Justicia, Igualdad de Género y de la Familia.
Con las reformas aprobadas a diversas leyes se reconocerá la violencia vicaria como “todo acto u omisión intencional, con el objeto de causar daño a la víctima a través del perjuicio, maltrato, descuido y/o manipulación de las hijas e hijos; así como el daño o menoscabo del vínculo filial con la víctima”.
Asimismo, esta modalidad de agresión contra la mujer será catalogada como una agravante para el delito de violencia familiar, que incrementará el castigo hasta en un tercio, lo que elevaría la pena máxima hasta con 10 años y ocho meses de cárcel.
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La presidenta de la Mesa Directiva del Congreso local, Aurora Sierra Rodríguez, recalcó que la manifestación de la violencia vicaria se da en contra de las mujeres tras sufrir agresión física, psicológica, económica y patrimonial.
La diputada del Partido Acción Nacional reiteró que existen casos en los que las madres son separadas de sus hijos y pasan más de 500, 900 y hasta mil 300 días sin poder verlos por culpa de sus padres.
“Esta no es una lucha contra todos los hombres, es un reclamo de justicia frente a los violentadores, contar aquellos que utilizan perversamente a nuestros hijos e hijas desde distintos ámbitos para separarnos, aprovechando muchas veces procedimientos judiciales con tal de evadir sus responsabilidades económicas y paternales”.
Agregó que, además de las violencias antes mencionadas, las víctimas sufren del abandono de sus abogados, ansiedad, estrés post-traumático, depresión y trastornos psicológicos.
La presidenta de la Comisión de Gobernación, Mónica Silva Ruiz, enfatizó que este tipo de reformas representa un avance en la agenda de género en favor de las mujeres.
Señaló que pese a ser más mujeres que hombres en el país, una de cada 2 sufren violencia en algún momento de su vida.
“Los agresores llegan incluso a matar a sus propias hijas e hijos para ver sufrir a la mujer y dejar en ella la responsabilidad de lo sucedido porque siempre para un violentador la culpa es de la mujer si se hubiese quedado en casa calamita, sumisa, nada de eso hubiera pasado. La culpa no es de las mujeres, la culpa no es de las madres, la culpa nunca será de las mujeres, la culpa siempre será del agresor”.
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