La bancada de Morena buscará sanciones de hasta 66 años de prisión para quienes provoquen pérdida de órganos, deformidades permanentes e incorregibles en el rostro, por ataques con ácido.
En sesión ordinaria del Pleno, la diputada morenista Tonantzin Fernández Díaz, pidió adicionar los artículo 325 Sexies, Septies, Octies al capítulo de lesiones y homicidio del Código Penal del Estado.
La iniciativa propone castigar con penas de prisión de 20 a 30 años y multa de 200 a 500 unidades de medida y actualización (UMA) a quien por sí o por interpósita persona provoque una alteración en la salud o cualquier otro daño que deje huella en el cuerpo de una mujer por razón de género, usando cualquier tipo de agente físico, químico o sustancia corrosiva, además de la reparación del daño material y moral sufrido.
Se plantea considerar como razones de género que el daño haya sido cometido por desprecio u odio a la víctima motivado por discriminación o misoginia; existan indicios o datos de violencia de cualquier tipo y ámbito en contra de la víctima por parte del sujeto active, anterior o posterior a la conducta; existan datos de acoso u hostigamiento sexual; o que la víctima haya sido incomunicada o privada de su libertad.
También se busca imponer de 30 a 40 años de prisión y multa de 500 a mil UMA si existe o existió una relación de parentesco por consanguinidad, afinidad, civil, matrimonio, concubinato, noviazgo, relaciones de convivencia o una relación similar, laboral o docente.
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En este apartado, la legisladora morenista propuso que las penas incrementen en dos tercios cuando la conducta del agresor cause destrucción de cualquier función orgánica; cause deformidad o daño permanente, pérdida parcial o total de la función anatómica de la víctima; o cause deformidad incorregible en el rostro, por lo que la pena podría ir de los 50 a los 66 años de cárcel.
Fernández Díaz argumentó que en los Códigos Penales de Baja California Sur y Oaxaca tipifican este delito de forma autónoma; mientras que en las legislaciones de Ciudad de México, Guerrero, Aguascalientes, Colima y Estado de México consideran los ataques con ácido como un agravante del delito de lesiones.
Agregó que en el 90 por ciento de los casos de este tipo, el objetivo del agresor no es acabar con la vida de la mujer, “sino destruirla y marcarla para siempre, como forma de dar un mensaje a la víctima y a la sociedad”.
“Ese mensaje suele poner a la mujer en una posición de inferioridad y como un objeto o propiedad del atacante. Lo que se quiere decir es: “si no eres mía, no serás de nadie más”. Por eso buscan desfigurar el rostro, que es el eje del cuerpo de una mujer. En la mayoría de los casos existen antecedentes de violencia psicológica y física en la relación, incluso en algunos hay denuncias por parte de las víctimas”.
En días pasados, la diputada del PAN, Aurora Sierra Rodríguez también presentó una iniciativa para tipificar la “violencia ácida” y sancionarla hasta con 30 años de cárcel.
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Foto: Gran Angular Agencia/@AngularAgencia
