Los barcos para limpiar la presa de Valsequillo solamente han servido para disminuir ligeramente el mal olor y la cantidad de mosquitos, pero la contaminación aún persiste, por lo que la gente no puede meterse a nadar como se prometió en el gobierno encabezado por Antonio Gali Fayad.
La secretaria de Medio Ambiente, Beatriz Manrique detalló que se registran 710 horas de trabajo por parte de las embarcaciones, las cuales inyectan ozono al agua para reducir los niveles de contaminación.
Sin embargo, la cantidad de agua supera la capacidad de limpieza de las embarcaciones, por lo cual no se han dado los resultados esperados luego de cerca de seis años de operación.
“La tecnología es buena, el tema es que el nivel de contaminación y las dimensiones hacen que sea una medida corta para lo que se requiere”.
La funcionaria estatal detalló que se bajado el mal olor y la presencia de moscos, lo cual beneficia a la gente que vive cerca de la presa de Valsequillo.
Añadió que si bien se tiene contemplado trasladar los barcos a la Laguna de Chignahuapan, aún se analizan tres opciones más.
Señaló que se busca que el cambio de lugar no implique daños para las embarcaciones, las cuales costaron 210 millones de pesos y el seguro contra daños es muy alto.