Osvaldo Macuil / @OsvaldoMacuil
Como parte del programa de movilidad que el Ayuntamiento de Puebla implementó para regular la velocidad del Centro Histórico y que los automovilistas no circulen a más de 30 kilómetros por hora, la administración que encabeza Claudia Rivera Vivanco adquirió 28 radares que miden la aceleración de los vehículos. Cada uno costó 70 mil pesos.
Esta información se encuentra en el contrato SEMOVI/2923/DGM/2019 emitido por la Secretaría de Movilidad encabezada por Alejandra Rubio Acle, el cual se firmó el 27 de noviembre de 2019 y se encuentra en la Plataforma de Transparencia.
En este documento se establece que contrataron a la empresa Nao Proyectos Creativos, la cual ganó la licitación pública nacional lanzada el 2 de octubre de 2019, y le pagaron un millón 974 mil 999 pesos.
En la licitación se encuentran las especificaciones técnicas que deben cumplir con los monitores de velocidad. Se incluye que deben contener un display de dos o tres dígitos para medir velocidades de 2 hasta 100 kilómetros por hora.
Conectividad GPRS “con acceso a la nube y con licencia mínima de 3 años”. Este sistema guarda información durante 30 días.
De los 28 radares, 10 están conectados directamente a la energía eléctrica, y el resto tienen un panel solar de 50 watts recargable.
Se estipuló que los radares de velocidad tendrán garantía de 12 meses y cada uno tiene un precio de 60 mil pesos más IVA, por lo que su costó unitario se eleva a 70 mil pesos.
De acuerdo con un recorrido realizado por ALMANAQUE, estos aparatos se encuentran en calles como la 2 norte, la 16 de Septiembre, 3 norte y en Reforma.
Su única finalidad es notificarles a los automovilistas si han excedido el límite de velocidad de 30 kilómetros por hora para que se ajusten, pero no se aplican multas a quienes superen esta cifra.
Estos radares forman parte de un programa integral del Ayuntamiento de Puebla para garantizar la seguridad de peatones y ciclistas, y que incluye la colocación de bolardos, lo cuales han costado mil 600 pesos cada uno.
Gobierno municipal pagó 7 mil pesos por maceta y mil 600 por cada bolardo instalado en Puebla
