Iris Cano
El 9 de marzo tan esperado por fin llegó. El día del Paro Nacional de Mujeres se cumplió. Un gran número de poblanas no salieron a trabajar, no fueron a la escuela y no realizar sus actividades cotidianas. Sin embargo, para otro grupo igual de numeroso, fue una jornada normal.
Un ejemplo de ello fue el Centro Histórico de la Angelópolis. Más que paro de mujeres parecía un día de asueto. Una minoría de comercios cerró y colocaron un mensaje para informar a sus clientes que no abrirían por el movimiento #UnDíaSinNosotras.
Pero la gran mayoría operó de manera normal. En su interior había mujeres trabajando como cualquier día.
Zapaterías, tiendas de ropa, restaurantes y compañías de celulares tenían presencia de mujeres que atendían a los clientes.
Inclusive, las vendedoras ambulantes se mantuvieron en las calles para tener ingresos e iniciar de buena manera la semana.
Anónimamente, algunas de ellas explicaron las razones de no sumarse al paro. Unas reconocieron que sus patrones nunca les ofrecieron el día y para no tener problemas acudieron a laborar de manera normal.
Otras refirieron que pronosticaban un aumento en ventas por lo cual aprovecharon para seguir desempeñando su trabajo.
También hay un grupo de mujeres que no están de acuerdo con el movimiento feminista, y un paro de este tipo no resolverá la violencia en su contra.
“No me sume al paro por decisión personal”
Zoe, vende productos de belleza dentro del centro comercial La Victoria. Ella detalló que su jefe le dijo que no trabajará para que se sumará al paro. Pero por decisión personal trabajó de manera normal.
“No estoy de acuerdo con ello. No creo que sea una forma de hacer que la situación cambie”.
Para ella, la situación va a cambiar en cuanto se refuercen los valores en la familia y los hijos reciban una mejor educación.
“Hacen falta valores. Que las madres le inculquemos valores a nuestros hijos”.