El 26 de diciembre pasado, el abogado Víctor León publicó en su cuenta de Twitter una fotografía de un accidente en el cruce del Circuito Juan Pablo II y la 18 sur. Una unidad del transporte público se impactó contra un automóvil Volkswagen coloro blanco. El vehículo particular salió proyectado a la banqueta. En su camino se encontró con un bolardo que detuvo su camino. El auto no se subió a la acera y no lesionó a ningún peatón que caminaba por la zona.
Ese ha sido uno de los pocos mensajes a favor de estas estructuras que a finales del año pasado se colocaron al por mayor en las principales vialidades de Puebla por instrucciones del gobierno municipal que encabeza la militante de Morena, Claudia Rivera Vivanco.
Las redes sociales están inundadas de mensajes en los que exigen que sean retirados los bolardos. Con groserías e improperios critican a las autoridades poblanas. En todas estas posturas se coincide en que generan mayor caos vehicular, y que quien en realidad los están aprovechando son los ambulantes en detrimento de los comercios establecidos formalmente.
El gobierno municipal ha explicado que la colocación de los bolardos es una estrategia que forma parte de su programa de movilidad para cuidar a los peatones, ciclistas, discapacitados y adultos mayores, y con ello tengan mayor facilidad de cruzar vialidades con flujo vehicular elevado.
Este argumento no ha sido suficiente para la marabunta de opinadores en Facebook y Twitter. Ellos insisten en que estorban.
Mientras que en las calles son constantes las imágenes de los guardapeatones tirados o desprendidos, pues por las noches los automovilistas se impactan en contra de ellos.
En change.org han firmado casi 6 mil personas para que los quiten
El tema ha causado tal controversia que en la plataforma change.org lanzaron una petición para que el gobierno riverista ordene su retiro.
La noche de este miércoles 8 de enero, 5 mil 996 personas han firmado a favor y su meta es conseguir 7 mil 500 apoyos.
“La implementación de bolardos en Puebla ha relentizado (sic) el flujo vehicular, contribuyendo con ello a la contaminación ambiental. Y que con cada frenado total y arranque de los automóviles, el consumo de los hidrocarburos incrementa y con ello también el nivel de contaminación vehicular”, se argumenta en la petición lanzada por Josué Ramírez.
Poblanos enfurecieron con las macetas y bolardos en el Centro Histórico
La mañana del 6 de enero, en el cruce de la 2 oriente y el bulevar 5 de Mayo, se colocaron unas macetas para reducir a un carril la circulación. Estas estructuras duraron unas cuantas horas, porque los automovilistas las derribaron al dar la vuelta.
Después de ellos, las macetas y los bolardos comenzaron a aparecer en más calles del primer cuadro de la ciudad. La 8 poniente, la 10 oriente, 5 oriente y 4 sur.
La opinión casi generalizada sigue siendo la misma: impiden el libre tránsito del automóvil.
Los ambulantes, los grandes beneficiarios de los bolardos de Puebla
Cuando los bolardos se colocaron en la periferia de la ciudad, los ambulantes encontraron una gran oportunidad para colocar sus puestos de comida, principalmente, y garantizar que ningún automóvil se iba a estacionar.
Al colocarlos en el Centro Histórico, el peatón no fue quien se benefició para caminar libremente y con mayor seguridad.
Las personas siguen bajándose de la banqueta y caminando entre automóviles y microbuses, porque los ambulantes ya colocaron sus estantes para vender mercancía. Esto quedó documentado en un video realizado por ALMANAQUE.
Ayuntamiento sigue con la estrategia
Ante las críticas, la presidente municipal, Claudia Rivera Vivanco anunció que no serán retirados. Por el contrario, dijo que se contemplan más espacios de este tipo.
Inclusive, la Secretaría de Movilidad de la ciudad de Puebla ya reveló que se colocarán en 15 vialidades más.