«El próximo sábado nos íbamos a graduar, pero nos arrebataron a Thais». Amigos, compañeros y bikers se despidieron de la joven motociclista que fue atropellada y murió el pasado 6 de diciembre en Puebla.
Entre lágrimas, girasoles, velas y motocicletas, rindieron homenaje a la estudiante mexicoecuatoriana de medicina, quien falleció mientras se dirigía a recibir sus últimas calificaciones.
Julio Reyes, uno de sus mejores amigos, la recordó como una mujer con un enorme corazón y siempre veía las cosas positivas a pesar de las adversidades.
El amigo relató que el responsable aparentemente, manejaba un automóvil Nissan Platina color plateado aproximadamente 7:40 de la mañana y locatarios de la zona, la auxiliaron, sin embargo, hasta las 8:30 recibió atención médica, pero murió en la ambulancia.
«Yo siempre la admiré porque ella tenía una mentalidad increíble, siempre tenía algo bonito que decirnos, siempre nos apoyaban», recordó a Thais Ronquillo.
La marcha luctuosa para exigir justicia para Thais inició en la facultad de medicina, que era como su segunda casa, pues ahí pasó los últimos cinco años de su vida para ser una gran doctora y aspiraba a hacer su especialidad en otro país.
«Este sábado nosotros nos vamos a graduar, pero nuestra compañera Thais no, se le arrebató la vida y el culpable sigue allá afuera».
Después, el contingente avanzó a la Fiscalía General del Estado (FGE) para exigir que encuentren al responsable del accidente. Ahí hicieron un plantón, para continuar a la funeraria Valle de Los Ángeles donde la familia velaba al cuerpo de la joven de 23 años.
Los asistentes anunciaron que continuarán las marchas hasta que la fiscalía encuentre al responsable.
Durante un minuto, los bikers tocaron los claxons para rendir homenaje a su hermana Thais, quien también era fanática de las motocicletas.
Ya en la funeraria, su tío fue el encargado del último pase de lista y con la voz entrecortada agradeció las muestras de apoyo por parte de los estudiantes y la comunidad de motociclistas.
El momento fue bastante emotivo, pues rompieron en llanto afuera de la funeraria donde dieron el último adiós a la estudiante de medicina.
Como punto final, arribaron a la 23 Poniente y 9 Sur, lugar en donde fue el accidente y ahí colocaron una ofrenda de girasoles, pues eran sus flores favoritas y recordarla por siempre.