Osvaldo Macuil / @OsvaldoMacuil
El 13 de enero de 2021 es un día histórico para Puebla. Luego de 10 meses de pandemia, llegó la tan ansiada vacuna contra el coronavirus y los primeros en recibirla fueron médicos, enfermeras y trabajadores de los hospitales, los mismos que combaten al virus de Wuhan y han visto morir a miles de pacientes y decenas de compañeros.
Antes de las 7 de la mañana, todos los hospitales COVID de la ciudad de Puebla ya tenían largas filas de los integrantes del Ejército Blanco que aguardaban el momento para ser vacunados contra el COVID-19.
Para evitar que algún impostor recibiera el medicamento, pasaron por un módulo en el que acreditaban que trabajan en los nosocomios a través de un formulario y presentaban documentos oficiales.
Elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano resguardaron en todo momento los nosocomios de la Angelópolis para garantizar que no ocurran anomalías durante la aplicación del medicamento.
Luego de valorar su documentación, cada trabajador de la salud se dirigía al módulo en el que les aplicaban la vacuna. Ahí se descubrían el brazo izquierdo y posteriormente, procedían a colocarles la inyección con la fórmula elaborada en los laboratorios Pfizer
Cada ampolleta servía para aplicar cinco dosis, de acuerdo con la explicación de los encargados de la campaña de vacunación.
Tras recibir la vacuna, el personal de la salud debía esperar en otra área en la que monitoreaban que no presentarán alguna reacción alérgica al medicamento y posteriormente los dejaban regresar a su casa.
Este mismo esquema se replicó en todos los hospitales de la ciudad de Puebla y del interior del estado. En total son 10 mil vacunas que serán aplicadas hasta el 15 de enero en 37 unidades médicas.
En algunos hospitales como el ISSSTE de San Manuel se montaron carpas, y al aire libre se aplicó la vacuna. En otros, como el IMSS de San José, el procedimiento se realizó dentro de un auditorio.
Al final no importó si la vacuna la recibían de pie o sentados, pues lo más importante es que el personal de la salud sea inmunizado contra el virus del que se han contagiado más de 51 mil poblanos y por el que han muerto 6 mil personas, entre ellas 127 médicos y enfermeras, que no tuvieron la suerte de ver la llegada del medicamento que les hubiera permitido seguir salvando vidas.