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Lalo Rivera también corrige el rumbo de la seguridad en la capital

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Además de su inexperiencia y su soberbia, uno de los grandes aludes que hundió al gobierno municipal de Claudia Rivera fue la crisis de seguridad que golpeó a Puebla capital durante el trienio de la morenista, quien fue cataloga de principio a fin como la peor alcaldesa mientras estuvo en funciones del país.

Nadie puede olvidar la lamentable entrevista que Rivera Vivanco le concedió a Iván Mercado en la que la exedil se deslindó de cualquier responsabilidad de brindar de protección, prevenir y reaccionar en contra de los delitos cometidos en la ciudad para la que fue electa como presidenta municipal.

Esquiva, desorientada y sin ningún dato duro, la nacida en el barrio de San Miguelito evadió cada una de las preguntas emitidas por el periodista, quien de manera muy fácil exhibió que su fallida administración jamás tuvo un proyecto ni una estrategia clara ni medianamente bien armada para la seguridad de la Angelópolis.

“Yo me siento igual de insegura que hace 10 años o quizá desde hace más años”, sentenció Claudia con su actitud arrogante y su sonrisa burlona antes de asegurar que ella “no era la responsable de la seguridad en la capital, porque era la responsabilidad de todos los ciudadanos”.

El desenlace ya todos los sabemos: la inseguridad se desbordó en Puebla por la ineficiente administración claudista y la Angelópolis se convirtió en uno de los municipios más violentos del país.

La estrategia de Eduardo Rivera de exhibir las condiciones en las que Rivera Vivanco heredó el parque vehicular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana resulta bastante atinada, ya que esto sirve para ejemplificar el desastre de una gestión desvalijada, inservivible y carente para combatir la inseguridad en la capital.

El alcalde de Puebla no solo mostró el estado de las 500 patrullas con la que los efectivos de la SSC tenían que cumplir con su deber, sino que demostró que el combate de la delincuencia en el gobierno anterior fue pura simulación como el resto de las estrategias emprendidas.

Rivera Pérez y su plan de corregir el rumbo de la Angelópolis tiene en la inseguridad a su tándem.

Como sucedió con la caótica administración de Rivera Vivanco, la delincuencia y la incidencia delictiva puede acabar con el proyecto del panista.

Es por lo anterior que el edil poblano se ha metido de cuerpo completo para revertir la crisis de seguridad y mejorar la percepción de esta entre los capitalinos.

Tampoco es ninguna sorpresa que Lalo Rivera, a diferencia de Rivera Vivanco, ha mantenido una estrecha relación con el gobierno del estado y con Miguel Barbosa para coordinar los esfuerzos y las estrategias para combatir y reducir los hechos delictivos en la ciudad de Puebla.

La entrega de 155 nuevas patrullas que se incorporaron al parque vehicular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana no solo es un gran golpe mediático y de percepción para revertir la crisis que heredó del gobierno anterior en la materia, también son muestras claras de que el combate a la inseguridad es real y sin ninguna simulación.

El mensaje de Barbosa Huerta durante al acto que se celebró el pasado de miércoles fue claro y bastante contundente.

“En la capital se le da prioridad a la seguridad como una política pública integral, donde todos los niveles de gobierno son aliados de los segmentos sociales en el alcance y la búsqueda de la paz”.

El gobernador fue más allá: “Estoy aquí muy gustoso saludando a mi amigo de muchos años, Eduardo Rivera, porque dice él que en Morena se enojan de que yo digo que es mi amigo. No, te juro que no, y si alguien se enoja pues se equivoca”, precisó el mandatario poblano.

El alcalde de Puebla fue recíproco y los elogios también llegaron para el gobernador Barbosa.

“Quien quiera tomarlo a mal esa amistad, es su problema, ya lo dijo, nosotros seguiremos llevándonos bien y trabajando por el interés de la ciudad, el país y estado; independientemente de que tengamos diferencias políticas que se vale, pues en la familia y hasta en amigos”.

Y es que, gracias a la coordinación entre el gobierno del estado y el Ayuntamiento de Puebla, así como entre las corporaciones estatal y municipal, se han debilitado 70 células delictivas, mejorado la red de videovigilancia en un centro de control y logrado más de 3 mil 700 detenciones -con corte al 30 de junio- entre otras acciones emprendidas en la ciudad de Puebla.

Corregir el rumbo de Puebla es una promesa con una palabra empeñada.

Lalo Rivera también corrige el rumbo de la seguridad en la capital.

Eso está a la vista de todos.

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