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Los gastos inútiles del inútil David Méndez

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Por: Gerardo Ruiz / @GerardoRuizInc

El efímero y mediocre paso de David Méndez por la Secretaría de Gobernación fue meramente anecdótico.

El gobernador Miguel Barbosa le dio a David “El Traidor” la oportunidad de su vida para que al fin dejara la mediocridad y pudiera colocarse como uno de los hombres más influyentes del estado, pero el hijo de Rosa Márquez demostró que jamás dejará de ser parte de la pipitilla aldeana.

Méndez Márquez es de esas macetas que jamás pasará del corredor.

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La mediocridad le corre por las venas.

Y es que, el extitular de la Segob Puebla llegó a la dependencia con más importancia en el organigrama del Ejecutivo local con grandes expectativas y con toda la confianza de Barbosa Huerta, sin embargo, desde las primeras semanas el mandatario poblano se dio cuenta del gran error que cometió al impulsar a un verdadero holgazán para controlar la gobernabilidad del estado.

David Méndez se convirtió en un verdadero jarrón en Casa Aguayo. Uno muy grande, estorboso e inútil.

El extitular de la Segob fue una auténtica coladera, pues dejaba pasar todos los problemas de gobernabilidad en el estado, tampoco generaba consensos para solucionarlos ni mucho menos creó una estrategia para controlar a los grupos disidentes ni opositores al gobierno barbosista.

La actitud de Don Jarrón resultó bastante sospechosa.

Más allá de su falta de capacidad y su ineficiencia, David “El Traidor” dejó claro que su inutilidad era un movimiento calculado para entorpecer a la administración de Miguel Barbosa.

En sus seis meses, Méndez Márquez se dedicó a hacer ‘horas nalga’ sumido en su silla y amarrado a su escritorio en la segunda oficina más importante de Casa Aguayo.

No resolvía ni el más mínimo problema.

Eso sí, el liliputiense ex titular de la Segob se dio tiempo para llenar a la Secretaría de Educación Pública de aviadores con la complicidad de su concubina Alejandra Domínguez, otrora subsecretaria de la SEP.

La Secretaría de la Función Pública ya tiene bien documentadas todas las anomalías cometidas por David Méndez y por su pareja sentimental. El expediente, que seguro llegará a la Fiscalía General del Estado, ya identificó las más de 100 plazas fantasmas que ambos lograron infiltrar en la nómina de la SEP Puebla y con las que se embolsaban 3 millones de pesos mensuales en quebranto de las arcas públicas.

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Pero, las andanzas del Pequeño David no quedaron ahí.

Como titular de la Secretaría de Gobernación, Méndez se despachó con la cuchara grande y se aprovechó de una forma muy vulgar del presupuesto de la dependencia.

David Méndez gastaba 250 mil pesos mensuales en rejas de Coca Cola light, Sidral Mundet, nueces de la india, galletas y botellas de agua.

El concepto de austeridad que tanto pregonan los lopezobradoristas le pasaron de noche al inútil secretario.

Así fueron los gastos inútiles de un inútil personaje a quien el poder lo volvió aún más holgazán.

Holgazán e inútil.

Todo esto, sobra decirlo, ya está siendo investigado por la Función Pública y pronto la justicia alcanzará al ex secretario de Gobernación.

No está de más recordar que David “El Traidor” fue descubierto por crear una estructura política alterna en la Segob con operadores plenamente identificados con el PAN y con Eduardo Rivera, candidato de ese partido al gobierno municipal de la Angelópolis.

Tras ser descubierto y corrido por la puerta del servicio de Casa Aguayo, Méndez Márquez se rindió ante los pies de Claudia Rivera a quien ya le juró amor eterno y ponerle a su servicio a su marginal estructura electoral, que no supera ni la decena de operadores de medio pelo, para la elección del próximo domingo.

El ex titular de la Segob pasó de barbosista a riverista y ahora a claudista sin ningún pudor.

Lo suyo, queda claro, es la traición y la incongruencia.

El #LordNuecesDeLaIndia quedó reducido a lo que es: una mediocre que jamás dejará de ser parte de la pipitilla en la aldea.

El final de David Méndez al integrarse de última hora a la campaña de la repudiada Claudia Rivera no es más que el final digno para un traidor confeso que no tiene vergüenza alguna de morderle la mano a quien le dio de comer y lo intento rescatarlo de la mediocridad.

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David “El Traidor” no es más que otro vulgar desvergonzado que decidió aprovecharse del gobierno para beneficio propio.

Por eso, el gobernador Barbosa no dudo en correrlo una vez que ya se tenían bien documentadas todas sus pillerías.

Servido, Pequeño David.

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