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Mier-Alito, una añeja y perversa alianza

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Apenas transcurrían las primeras 24 horas de la muerte de Miguel Barbosa el 13 de diciembre del año pasado cuando los buitres comenzaron a volar sobre Casa Aguayo.

Uno de los diputados con más influencia en la anterior y en la actual administración recibió una llamada a su teléfono celular de su líder nacional para reunirse de manera urgente en la sede del partido en la Ciudad de México.

El legislador acudió al inesperado llamado y antes de mediodía ya estaba en la capital del país, en donde la cúpula lopezobradorista veía a la entidad poblana como un jugoso botín listo para ser arrebatado.

El grupúsculo que comanda Adán Augusto López era el más interesado en arrebatarle el control del estado a las huestes de Barbosa Huerta, quienes se replegaban a la espera de encontrar a un perfil que lograse la unidad y la cohesión que el estado necesitaba.

Justo en la entrada del icónico edificio en la Insurgentes Norte, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”, esperaba en su camioneta al diputado poblano.

“¿Cómo estuvo la pista, hermano? Dile a tu chofer que nos siga, vamos a ver a mi compadre, le urge reunirse contigo para ver qué pedo con tu tierra”.

Sin replicar ni cuestionar a su líder partidista, el legislador se subió al vehículo del camaleónico Moreno Cárdenas. Ya en el automóvil, Alejandro Moreno seguía comentado sobre la lamentable muerte de Barbosa, su estado de salud y sobre el proceso legislativo que el Congreso de Puebla debía seguir para nombrar a un gobernador sustituto.

Nuestro personaje intercambiaba de forma vaga algunas ideas con “Alito” y mejor optó por escuchar las peroratas y palabras huecas del presidente del CEN tricolor a la espera de encontrar algún indicioso para descifrar las verdaderas intenciones de tan urgente y repentino encuentro.

Ya en el punto, el legislador identificó la Avenida Bucareli y después el Palacio de Cobían; ahí supo que “el compadre” de Cárdenas Moreno no era otro más que Adán Augusto López, entonces todopoderoso y tenebroso secretario de Gobernación.

Tú tranquilo, hermanito. Mi compadre solo nos quiere dar algunos consejos con lo de tu tierra. Es mi brother y quiere lo mejor para tu estado igual que tú. Escúchalo”.

Escéptico y hasta un poco nervioso, el diputado ingresó junto con “Alito” Moreno a las instalaciones de la Segob para dirigirse al despacho privado de la oficina de López Hernández, quien ya los esperaba con un café en mano y dos sobres amarillos en su mesa de estar.

Tras los correspondientes abrazos de ‘caguamo’ y el intercambio de opiniones sobre el fallecimiento de Miguel Barbosa, Adán Augusto fue directo al grano y le deslizó el primer sobre amarillo al diputado.

Esta es nuestra propuesta para que sea el gobernador sustituto en Puebla”, le soltó en su acento tabasqueño casi idéntico al de Andrés Manuel López Obrador al legislador poblano mientras abría el sobre que contenía una foto de Ignacio Mier.

Aquí mi compadre dice que nos vas a apoyar y vas a convencer al resto de diputados del PRI para que voten a favor de la propuesta. Confió en ustedesHay que empezar a sumar a todos para lo que viene”, insistió López Hernández frente a la mirada atónita de nuestro personaje.

Si esa es la propuesta, pues él será”, fue lo único que refirió el diputado poblano para después despedirse del secretario de Gobernación, quien antes de irse le entregó el segundo sobre cerrado, cuyo contenido era mucho más abultado del primer y que solo el emisario conoce hasta la fecha.

De esos documentos no te preocupes, nosotros aquí te cuidamos ¿O no, compadre? Él sabe bien que eso no va a crecer. Nos vemos pronto en Puebla”, soltó Adán Augusto por último.

El resto de la historia la conocemos todos: Mier no fue gobernador sustituto gracias a la “Operación Teléfonos Apagados” en el Congreso del estado; en su lugar, Sergio Salomón Céspedes hoy despacha en la oficina del titular del Ejecutivo local.

No se equivoca Layda Sansores al exhibir a la infame triada conformada por Adán Augusto López, Ignacio Mier y su muy odiado Alejandro Moreno Cárdenas, a quienes tundió en su último programa del #MartesDelJaguar.

La gobernadora de Campeche sabe, y de sobra, todos los indecibles pactos a los que han llegado estos tres personajes, quienes ahora buscan que “Alito” sea el presidente de la Cámara de Diputados a cambio de cuantiosos negocios con el presupuesto no fiscalizable de San Lázaro.

Sansores San Román es alguien bastante experimentada en los temas legislativos y políticos, y, hoy por hoy, es una de las gobernadoras más cercanas a López Obrador. No por nada el presidente de México rendirá su penúltimo informe de gobierno desde las tierras campechanas el próximo 1 de septiembre.

Los groseros y grotescos acuerdos económicos entre Mier, Adán Augusto y Moreno Cárdenas, a quien Sansores acusó de financiar la campaña del extitular de la Segob, ya tiene harto al ala más dura de Morena, que no ve con buenos ojos esta alianza contranatural al lopezobradorismo.

Claudia Sheinbaum, con quien está jugada Layda Sansores, está dentro de este bloque que detesta los pactos con el PRI.

Un tropiezo más de Ignacio Mier, quien poco a poco se va desinflando en la interna de Morena en Puebla.

Un rugido del Jaguar bastó para desnudar a Morenacho y su corazón priista.

Una duda quedó rondando en el aire.

Si Nacho Mier es el “tapado” de AMLO, ¿por qué dejó que Layda Sansores lo tundiera en el #MartesDelJaguar pudiéndole pedir que bajara el tema de su programa como ya lo ha hecho en otras oportunidades?

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