La unción de Claudia Sheinbaum como precandidata de Morena al gobierno de la República terminó por desnudar varios asuntos a los que el partido lopezobradorista deberá poner principal atención para que el camino de la abanderada de la 4T a Palacio Nacional no sea rocoso ni cuesta arriba en el 2024.
El primero y más obvio será resolver el acertijo que hoy será la ruta que tomará Marcelo Ebrard después de anunciar –minutos antes de conocer los resultados de la interna morenista que fueron negativos para su causa– que se retira de manera definitiva del proceso de selección que concluyó la noche de este miércoles con el anuncio de los resultados de las encuestas hecho por Mario Delgado y por Alfonso Durazo.
Como todo indica y contra todo pronóstico, Ebrard Casaubón está encaminado a la ruptura con Andrés Manuel López Obrador y con Claudia Sheinbaum, quien este domingo recibirá el bastón de mando de la Cuarta Transformación de manos del primero, para buscar ser candidato presidencial, ya sea por la vía independiente o cobijado por Movimiento Ciudadano.
Aunque muchos ven la salida del “Carnal Marcelo” como una estrategia planeada con López Obrador, la realidad es que la postura asumida por el excanciller está dotando de armas a la oposición para burlarse y hasta para deslegitimar el proceso interno de Morena, que para algunos fue un ‘dedazo’ disfrazado de una consulta nacional.
Otro de los asuntos a los que Sheinbaum deberá poner principal atención, que en mi punto de vista es ya un problema que no se pudo contener en estos meses de pre precampaña, es el de identificar a los perfiles que le jugaron en contra y que además quedaron evidenciados como pésimos operadores políticos y territoriales a lo largo de todo el país.
Una fuente de altísima probidad y muy cercana al grupo compacto de la exjefa de gobierno de la Ciudad de México le comentó a este reportero que Claudia ya está comentado en privado sus primeros vetos en el tablero de Morena, entre los que está un exgobernador poblano nacido en Oaxaca y de todos sus ahijados y apadrinados que buscan un cargo de elección popular el próximo año por la amplia estela de corrupción que arrastra, pero eso será tema de otra columna.
En Puebla, uno de los casos más notables y notorios es el de Ignacio Mier, quien no solo le jugó en contra a Claudia Sheinbaum, sino que, además hizo públicas de manera incomprensible sus querencias y afectos hacia Adán Augusto López, con quien se apostó para que alcanzara el primer lugar de las preferencias en Puebla en la interna recién concluida.
Nacho Mier y su equipo de colaboradores, a quien en este mismo espacio calificamos como perdedores electorales natos, demostraron una vez más –como si aún hiciera falta– que carecen de una estructura competitiva, real y de peso que pueda dar la batalla en una elección estatal y que no tiene los méritos necesarios ni los resultados que lo sustenten para poder abanderar a Morena en Puebla en los comicios del próximo año.
Mier Velasco, Fernando Manzanilla, Francisco Ramos, y un largo etcétera, fueron los responsables directos de que Adán Augusto López se hundiera en el cuarto lugar de las preferencias en la entidad poblano, por debajo de Gerardo Fernández Noroña.
Sí, Fernández Noroña, así como lo lee, obtuvo más votos en las encuestas que fueron levantadas en el estado que López Hernández.
De ese tamaño es el fracaso y el ridículo que hicieron los llamados Morenachos en la interna presidencial de Morena.
Otra fuente consultada por quien esto escribe me explicó que Adán Augusto López está más que enojado y decepcionado con el que alguna vez calificó como “su hermano” en una de las cenas que Nacho Mier le organizó al exgobernador de Tabasco, pues existen sospechas que el equipo del aún diputado federal no ocupó como debían los recursos económicos enviados desde el war room del tabasqueño y que se dedicaron solo a simular apoyos para su precampaña.
En los análisis del extitular de la Segob, además de detectar la falta de transparencia en el gasto reportado por los operadores de Mier, también comprobaron que el expriista y su equipo de trabajo organizaban mítines y asambleas en las que se debía promocionar la imagen de Adán Augusto, pero sólo se promovía la del tecamachalquense.
El empresario Fernando Padilla, uno de los hombres más cercanos y uno en los que más confía López Hernández, está que revienta en contra de Nacho Mier, pues comenta en privado que el legislador “les vio la cara”.
Hay que recordar que el oriundo de Poza Rica, Veracruz, era el coordinador en Puebla de Adán Augusto y fue el encargado de montar una estructura alterna, que encabezada el diputado local Roberto Solís, para el tabasqueño, tras darse cuenta que Francisco Ramos, protegido de Manzanilla y Mier, no estaba entregando ningún resultado positivo a su superior el también empresario Arturo Ávila, de Aguascalientes.
Con los resultados entregados a Adán Augusto y la maniobra de jugárselas todas por él, Nacho Mier está casi descartado de la candidatura de Morena en Puebla para el próximo año.
Mier comprobó que solo vende humo y ni sus encuestas falsas son suficientes para cambiar la realidad, que no es otra, más que la falta de capacidad de él y de su equipo como operadores de tierra capaces de sacar adelante una elección en todo el estado.
Ya si Gerardo Fernández Noroña te gana una interna la cosa no pinta para nada bien.
Claudia Sheinbaum deberá analizar muy a detalle quienes sí le van a sumar los votos que necesita para no perder la cuantiosa bolsa de sufragios que representa Puebla en una elección presidencial.
Quedó claro que Nacho Mier aún no cuenta con una estructura que pueda, ni un poco, dar la batalla.
Que Fernández Noroña los redima.
