Qué causas debe lastimar la convivencia en una familia para llegar a una lamentable descomposición en el núcleo, en el seno familiar, que esto haga tomar la drástica o quizá la única decisión de vivir y morir en la calle.
En una sola semana, esta que está por concluir dos personas que vivían en situación de calle, murieron.
La primera de ellas, persona de entre 45 y 50 años de edad se desploma en las calles que hacen cruce entre Xonacatepec y Laureles de la unidad habitacional Amalucan.
Su cuerpo en una escena de película digna de “Los Olvidados” de Luis Buñuel, era custodiado por dos canes que esperaban ver despertar o en su defecto levantar a su amo, que lo acompañaban a todos lados.
Al final, los perros nunca vieron incorporarse a su amo, la separación fue brutal, el aullido de los peludos al alejarlos de su dueño era una imagen dramática.
Dos días después.
En el OXXO ubicado en el carril de La Rosa, justo frente a la clínica San Carlos en la México 68, un anciano en aparente indigencia, murió frente a sus dos grandes y quizá únicos amigos, dos perros, que igual que el relato anterior jamás se separaron de su cuerpo inerte.
El cadáver del hombre que al parecer murió por su intenso consumo de alcohol, fue levantado y retirado del lugar.
La indigencia en Puebla es elevada o no.
Hay versiones periodísticas que en el 2020 se registraron uno más, uno menos 31 muertes de personas con situación de calle.
Para este año, 16 personas muertas en la calle de enero a julio.
Caben tres preguntas.
La primera: sirven, funcionan los dormitorios municipales para poder recibir a gente en situación de calle.
La segunda: En qué fallan los programas del Sistema Municipal y Estatal DIF que no previenen de ninguna forma la descomposición familiar y social.
La tercera: Qué hemos hecho mal como sociedad, como pilares de familia para que se descomponga el núcleo familiar.
La autocrítica como autoridades, como sociedad nos debemos preguntar una y otra vez: por qué no hemos tomado la prevención para evitar la desintegración de la familia y de la dignidad de hombres y mujeres.
Hasta dónde nos hemos descompuesto como sociedad, que vemos a diario como parte de la imagen urbana personas en la inmundicia.
Vamos, vemos a gente vivir y morir en la calle.
Lamentable.