La Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó ayer a un comité de emergencia para tratar sobre un nuevo virus tipo SARS, que se expande por China y que ha llegado a otros tres países asiáticos, del que se confirmó que es contagioso entre humanos y que ha dejado cuatro muertos.
El grupo de la OMS se reunirá mañana en Ginebra para decidir si clasifica el brote como “una emergencia de salud pública de alcance internacional”, una designación que únicamente suele emplearse cuando se trata de epidemias muy graves.
Se han declarado emergencias globales para crisis que incluyen el actual brote de ébola en la República Democrática del Congo, la emergencia del virus del zika en América en 2016 y el brote de ébola en África occidental en 2014.
La Comisión Nacional de Salud de China dijo ayer que el nuevo tipo de coronavirus que ha provocado un brote de neumonía en el país ha estado transmitiéndose por contacto directo entre humanos y ha infectado a algunos funcionarios médicos.
Zhong Nanshan, experto en salud respiratoria, precisó que familiares contagiaron a dos personas en la provincia de Guangdong, en el sur de China, de acuerdo con la prensa oficial. Algunos trabajadores médicos también dieron positivo en los análisis del virus, reportó el periódico en inglés China Daily.
El brote se ha propagado a varias ciudades de China, entre ellas Shanghái y Beijing. Hasta el momento se reportan cuatro decesos relacionados con el virus, todos ellos en la ciudad de Wuhan, donde se originó el primer episodio.
El presidente Xi Jinping dijo que frenar el virus y salvar vidas es una prioridad, dado que la cifra de pacientes creció a más del triple. Además de las dificultades de contenerlo, cientos de millones de chinos viajarán dentro del país y al exterior en las vacaciones del Año Nuevo Lunar que inicia esta semana.
Las autoridades de todo el mundo han intensificado el control de pasajeros procedentes de Wuhan. “Wuhan es un centro importante y como los viajes son una parte importante del año nuevo chino que se acerca, el nivel de preocupación debe mantenerse alto. Hay más de este brote por venir”, dijo Jeremy Farrar, especialista en epidemias de enfermedades infecciosas y director de la organización benéfica mundial de salud Wellcome Trust.
China confirmó 217 nuevos casos del virus, aseveró el lunes la televisión estatal, 198 de los cuales estaban en Wuhan. Se confirmaron cinco nuevos casos en Beijing y 14 más en la provincia de Cantón, según el reporte. Otra declaración sostuvo que hay un nuevo caso en Shanghái, elevando el número de contagio conocidos en el mundo a 222.
Corea del Sur confirmó ayer mismo su primer caso, un ciudadano chino de 35 años que había viajado desde Wuhan, por lo que la cifra de pacientes fuera de China se elevó a cuatro. La semana pasada se habían notificado dos casos en Tailandia y uno en Japón. Los tres involucraron a personas de Wuhan o que recientemente visitaron esa ciudad.
El virus pertenece a la misma familia de coronavirus que el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), que mató a casi 800 personas en todo el mundo durante un brote de 2002-2003 que también comenzó en China. Sus síntomas incluyen fiebre y dificultad para respirar, que son similares a muchas otras enfermedades respiratorias y presentan complicaciones para los esfuerzos de detección.
Un informe del Centro MRC de Análisis de Enfermedades Infecciosas Globales del London Imperial College estimó, tomando como base la población de China y la probabilidad de que alguien de Wuhan viaje a otro país, que para el 12 de enero había mil 723 casos con aparición de síntomas relacionados en la ciudad de Wuhan. Las autoridades sanitarias chinas no han comentado directamente el informe.
“Este brote es extremadamente preocupante. La incertidumbre y las brechas persisten, pero ahora está claro que hay transmisión de persona a persona”, dijo Farrar.
Según la OMS, “la fuente primaria más probable” del brote actual parece ser animal.