El naufragio del Titanic es objeto de fascinación y misticismo a lo largo de los años debido a las leyendas e historias que lo rodean. Este trágico suceso, que ocurrió en la noche del 14 de abril de 1912, marcó la memoria colectiva y ha sido inmortalizado en la película dirigida por James Cameron, donde Leonardo DiCaprio y Kate Winslet protagonizan una emotiva historia de amor.
Entre los miles de pasajeros que abordaron el Titanic en su viaje inaugural se encontraba un mexicano, Manuel Uruchurtu Ramírez. Este político de 42 años, originario de Sonora, decidió embarcarse en la nave de la compañía White Star Line en busca de llegar a la costa de Estados Unidos, específicamente a Nueva York.
El 10 de abril de 1912, Uruchurtu se embarcó en el Titanic y envió algunas cartas a su familia para informarles sobre su próximo viaje. Según las versiones de la historia, el mexicano viajaba en primera clase, lo cual le permitió ser de los primeros en acceder a los botes salvavidas que se utilizarían para evacuar a los pasajeros. Sin embargo, en un acto de valentía, Uruchurtu decidió ceder su lugar a una mujer que viajaba en segunda clase.
Aunque la veracidad de esta historia nunca ha sido comprobada, la familia de Manuel Uruchurtu continúa relatándola. Según la BBC, existen registros que respaldan esta versión, incluyendo 36 documentos que acreditan su presencia en el viaje y su posterior deceso a bordo del Titanic.
El 20 de septiembre de 1912, se dio oficialmente por muerto y su hermano recibió un telegrama desde Nueva York confirmando que su cuerpo no había sido encontrado. Además, su nombre no aparece en la lista de sobrevivientes del barco RMS Carpathia, que rescató a los pasajeros que lograron ser evacuados.
¿Quién fue Manuel Uruchurtu Ramírez?
Nacido el 27 de junio de 1872 en Hermosillo, Sonora, fue un destacado político mexicano y abogado de profesión. Proveniente de una familia respetada, Uruchurtu se trasladó a la Ciudad de México para estudiar derecho y posteriormente se estableció allí tras contraer matrimonio con una aristócrata. Juntos tuvieron siete hijos.
Su afinidad política con el régimen de Porfirio Díaz lo llevó a Francia, donde el 8 de abril de 1912 asistió a una fiesta de exiliados leales al expresidente mexicano. Dos días después, embarcó en el RMS Titanic, cuyo trágico destino ya conocemos.
Además de Manuel Uruchurtu, sus familiares también se convirtieron en destacadas figuras en el ámbito político de México. Entre ellos, Ernesto Uruchurtu, quien llegó a ser jefe del Departamento del Distrito Federal, y Gustavo Uruchurtu Peralta, médico personal del expresidente Álvaro Obregón.
La historia de Manuel Uruchurtu Ramírez en el Titanic dejó una huella perdurable en la memoria colectiva de México. Su valiente gesto de ofrecer su lugar en un bote salvavidas a otra persona en medio del caos y la tragedia del naufragio ha sido recordado como un acto de heroísmo y generosidad.
A pesar de que su cuerpo nunca fue encontrado y su destino final sigue siendo un misterio, la historia de Manuel Uruchurtu Ramírez sigue viva en la memoria de su familia y en la narrativa que rodea al trágico evento del Titanic.