Ante el aumento de casos de coronavirus en Puebla y la saturación de hospitales, las personas optaron por quedarse en su casa, sin embargo, es importante que, si alguno de tus familiares o tú se contagiaron, tomen en cuenta las siguientes recomendaciones para cuidar de un paciente infectado de COVID-19 en casa.
El portal mayo clinic emitió una serie de recomendaciones para saber cuándo se necesita atención médica de emergencia, cuánto tiempo deben permanecer aislados, cómo prevenir la transmisión del virus y cómo apoyar a sus seres queridos.

Consejos para el cuidado de COVID-19 en casa
La mayoría de los infectados presentan síntomas leves por lo que pueden recuperarse del COVID-19 en casa y mejorar en menos de una semana, solo con descanso, ingesta de líquidos y analgésicos.
Sin embargo, los adultos mayores o personas con enfermedades crónico degenerativas como la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas, pulmonares u obesidad, entre otras, podrían agravar rápidamente, por lo que es importante acudir al médico, ante cualquier síntoma.
Sí alguno de tus familiares está contagiado y lo quieres apoyar, podrías comenzar por hacer sus compras, conseguir sus medicamentos e incluso cuidar a su mascota.
Debes tomar en cuenta que cuidar a una persona podría afectar tu salud física más si eres parte de la población en riesgo, por lo que sería mejor aislarte y buscar a alguien más que pueda ayudarlo.
Signos que advierten que se trata de una emergencia
En primer lugar, debes mantener un monitoreo constante del paciente o de ti mismo para saber si los síntomas de COVID-19 en casa empeoran y llamar al médico o acude al hospital.
El médico puede recomendar el uso de un oxímetro de pulso casero, especialmente si el paciente tiene factores de riesgo de enfermedad grave con síntomas de COVID-19.
Un oxímetro de pulso es un clip de plástico que se adhiere a un dedo. El dispositivo puede ayudar a controlar la respiración al medir la cantidad de oxígeno en la sangre. Una lectura de menos del 92% podría aumentar la necesidad de hospitalización.

Debes llama al 911 o al número de emergencia local si no puedes despertar a la persona enferma o si notas algunos de estos signos:
Dificultad para respirar
Dolor o presión persistente en el pecho
Nueva confusión
Labios o cara azulados
Incapacidad para permanecer despierto
Piel, labios o lecho ungueal pálidos, grises o azules, según el tono de piel
Cómo proteger a otros si estás enfermo
Si estás infectado, puedes ayudar a prevenir los contagios de la siguiente manera:
Quédate en casa y no vayas al trabajo, a la escuela, ni a lugares públicos a no ser que sea para recibir atención médica.
Evita el transporte público, los viajes compartidos, o los taxis.
Si es posible, aíslate en un solo cuarto, separado de tu familia y de otras personas. Esto incluye comer en tu cuarto. Abre las ventanas para que el aire circule. Usa un baño separado, si es posible.
Evita compartir el espacio en tu casa, tanto como sea posible. Si esto es imposible, limita tus movimientos y ventila todos los espacios compartidos.

Mantén una distancia de 2 metros de las personas.
Todos los días limpia las superficies que tocas con frecuencia en el cuarto y el baño que solo usas tú, como los pestillos de las puertas y los interruptores de luz.
No compartas objetos personales, como vasos, platos, toallas, ropa de cama y dispositivos electrónicos.
Usa el cubrebocas cuando estés cerca de otros y cámbialo todos los días.
Si no es posible ponerte una mascarilla, cubre tu boca y nariz con un pañuelo o con el codo cuando tosas o estornudes.
Posteriormente, desecha el pañuelo descartable, o lávalo si es de tela.
Lávate las manos con frecuencia, con agua y jabón durante al menos 20 segundos, o usa un desinfectante para manos con base de alcohol que contenga al menos 60%.
Cómo protegerte mientras cuidas a alguien que tiene COVID-19 en casa
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan:
Mantener las manos limpias y no tocarse ojos, nariz ni boca, lavarse o desinfectarse las manos después de estar en contacto con la persona infectada.
Usar cubrebocas en caso de estar en el mismo cuarto que la persona. No se debe tocar ni mover la mascarilla cuando se tiene puesta.
Si el cubrebocas se moja o se ensucia, reemplázalo con uno que esté limpio y seco.
Mantener una distancia de por lo menos 2 metros del paciente.
Limpia tu casa frecuentemente: usa productos de limpieza en forma de aerosol o paños húmedos para limpiar las superficies que se tocan con frecuencia, incluyendo encimeras, mesas, y pestillos de puertas.

Evita limpiar el cuarto y el baño separados que usa solo la persona enferma.
Separa ropa de cama y utensilios para el uso exclusivo de tu paciente.
No sacudas la ropa sucia. Usa detergente para lavar la ropa de la persona enferma con agua caliente. Lávate las manos después de poner la ropa en la secadora. Seca la ropa completamente. Ponte guantes desechables y mantén la ropa lejos de tu cuerpo.
Pon los guantes y las mascarillas usados en un bote de basura con tapa en el cuarto de la persona enferma.
Limpia y desinfecta las canastas para la ropa.
Usa guantes al tocar los platos, tazas, o cubiertos que usó la persona enferma. Lava estos utensilios con agua caliente y jabón.
Evita el contacto directo con los fluidos corporales de la persona enferma.
Usa guantes desechables y una mascarilla cuando ayudes a la persona enferma con cuidado oral o respiratorio, y cuando te encargues de sus heces, orina, u otros desechos.
Evita que otros familiares vengan a visitarlos hasta que la persona infectada se haya recuperado completamente.
Cuándo terminar el aislamiento o la cuarentena
Habla con el médico acerca de cuándo terminar con el aislamiento en casa, sobre todo si tienes un sistema inmunitario debilitado, tras cuidar a un enfermo de COVID-19 en casa
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan las siguientes pautas:
Si no tienes acceso a una prueba de detección para determinar si todavía puedes contagiar el virus, puedes salir del cuarto donde te aislaste o de casa si han pasado por lo menos 10 días desde que te aparecieron los síntomas o si has pasado por lo menos 24 horas sin fiebre y sin tomar medicamentos para reducir la fiebre, y si los otros síntomas están mejorando.
La pérdida del gusto y del olfato puede durar semanas o meses después de la recuperación, pero no es motivo para retrasar el fin del aislamiento.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) también recomiendan que, si cuidas de una persona enferma, te quedes en casa durante 14 días y estés atento a la aparición de signos y síntomas comunes de la COVID-19 como fiebre, tos o falta de aire.

Otras opciones pueden ser terminar la cuarentena pasados 10 días si no tienes síntomas y no te harás la prueba o terminar la cuarentena pasados 7 días si recibes un resultado negativo tras haberte hecho la prueba, después del día 5.
Si cuidas a alguien que tiene COVID-19 en casa, no será necesario que te quedes si:
Has recibido todas las dosis de la vacuna y no tienes síntomas de COVID-19.
Has tenido COVID-19 durante los últimos tres meses, te has recuperado y no tiene síntomas.
Cómo afrontar el estrés de ser cuidador
Cuando tú o tu ser querido se recuperen, busca apoyo emocional. Mantente conectado con los demás a través de mensajes de texto, llamadas telefónicos o videoconferencias.
Comparte tus preocupaciones.
Evita la exposición a demasiadas noticias sobre el virus.
Descansa y enfócate en actividades que disfrutes, como leer, mirar películas o participar de juegos en línea.
Esto puede afectar tu capacidad para comer, dormir y concentrarte, así como empeorar problemas crónicos de salud. Es posible que también aumente tu consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias.
Si tienes un trastorno de salud mental, como ansiedad o depresión, continúa con tu tratamiento. Comunícate con tu médico o profesional de salud mental si tu afección empeora.
Para cuidarte, sigue estos pasos:
Mantén una rutina diaria, que incluya bañarte, o ducharte, y vestirte.
Durante un tiempo, deja de ver noticias sobre la COVID-19, inclusive en las redes sociales.
Lleva una dieta equilibrada y mantente hidratado.
Haz ejercicio.
Duerme mucho.
Evita consumir en exceso bebidas alcohólicas y tabaco.
Haz estiramientos, respira profundamente o medita.
Concéntrate en actividades que disfrutes.
Comunícate con otros y comparte cómo te sientes.
Cuidarte a ti mismo puede ayudarte a afrontar el estrés. También te ayudará a poder brindar apoyo para la recuperación de tu ser querido.

