Columnistas

La marea guinda

En tan solo dos sexenios, la marea guinda ya gobierna en 24 de 32 estados y amenaza a que en el 2027 lo haga en cinco más para barrer al PAN y al PRI de casi todas las entidades federativas.
2historias reportero

Andrés Manuel López Obrador se consolidó este domingo 2 de junio como el mejor político que ha tenido México en su historia.

No podía ser de otra forma.

Seis años después, el tabasqueño no solo demostró que nadie en el pasado democrático de este contó con el respaldo ciudadano que él tiene a la fecha y que seguirá teniendo, sino que, además logró lo que el PRI construyó a lo largo de 70 años de dictadura: el poder total a lo largo de todo el territorio nacional.

En tan solo dos sexenios, la 4T ya gobierna en 24 de 32 estados y amenaza a que en el 2027 lo haga en cinco más para barrer al PAN y al PRI de casi todas las entidades federativas.

El poder del lopezobrdorismo es atroz.

Pocas eran las personas que apostaban a ojos cerrados que AMLO pudiera repetir el fenómeno electoral del 2018, cuando llevó a la izquierda a la presidencia de la República por primera vez y a pintar todo el territorio nacional con los colores de su movimiento bautizado como Morena.

En las elecciones recién concluidas, López Obrador –ante la incredulidad de muchos, entre los que me incluyo– se superó a él mismo. Su rival siempre estuvo frente al espejo.

Andrés Manuel jamás se preocupó por la oposición.

Todo fue un invento más y una narrativa ociosa que los medios de comunicación adversarios y sus liliputienses opositores crearon para vendernos la idea que el presidente era un gigante con pies de barro, idea que nació desde sus odios y fobias.

siguenosnews almanaque

Nada más alejado de la realidad.

El castillo de naipes siempre fue una columna uniforme de un material indestructible.

Y es que, López Obrador tiene tres récords que presumir: ser el segundo candidato a presidente más votado en la historia de México, entregarle la banda presidencial por primera vez a una mujer y convertir a Claudia Sheinbaum en la candidata más votada en una elección presidencial.

En 2018, AMLO ganó con más de 30 millones de votos y con el histórico 53 por ciento de las preferencias.

Este domingo, Claudia Sheinbaum 33 millones de votos y alcanzó el 60% de las preferencias.

La legitimidad de las urnas está a prueba de cualquier análisis simplista que apunta hacia un fraude electoral o que “los pobres otra vez votaron por Morena”.

No, el triunfo electoral de la 4T es superior a cualquier ensayo o hipótesis que nazca desde el privilegio del círculo rojo o las mesas de redacción de los medios de comunicación.

Estamos frente a un gran fenómeno social.

¿Cuál es la probabilidad que un Tsunami azote el mismo lugar en apenas seis años?

La probabilidad es casi nula.

Entre 1923 y 1933, Japón fue azotado dos veces por maremotos en la Bahía de Sagami y en Sanriku.

El mapa geopolítico de México fue sacudido en dos elecciones consecutivas por el fenómeno llamado López Obrador.

¿Qué será de Morena ahora sin la presencia de su gran líder en el que descansa toda la fuerza de su movimiento?

Ese será el gran enigma que tendrá que resolver la primera mujer que despachará desde Palacio Nacional a partir del próximo 1 de octubre.

La única marea que existe en México es de color guinda.

Guinda, Morena.

Guinda, López Obrador.

Guinda, Claudia Sheinbaum.

Sí, las urnas se inundaron este domingo, pero de los seguidores de AMLO.

Así de sencillo.

Armenta y la promesa cumplida

Además de cantar una victoria apabullante, Alejandro Armenta tiene la satisfacción de cumplir el objetivo de entregarle a Claudia Sheinbaum los dos millones de votos que le prometió desde el año pasado.

Como el gran sargento de este triunfo, Armenta Mier comandó el triunfo aplastante de 26 distritos locales, 16 diputaciones federales, dos senadurías y la mayoría de las alcaldías del estado.

Como pocos, Alejandro puede mirar de frente a la futura presidenta de México y con la frente bien en alto.

Entre los padres del brutal triunfo en Puebla también está el gobernador Sergio Salomón Céspedes, quien podría tener un lugar asegurado en el gabinete de Sheinbaum Pardo.

Otro candidato que fue vital para concretar el objetivo del 2 de junio fue Pepe Chedraui, quien en su primera aventura electoral demostró sus valías y ayudó a que la capital regresara a ser un bastión del lopezobradorismo.

Ahora que los candidatos y las candidatas que ya se están mareando en el ladrillo de asumirse como los más votados deberían serenarse y entender que ganaron por el arrastre de la ola de Sheinbaum y Armenta y no por méritos propios.

Tantita seriedad.

Ver más de «Historias de un joven reportero»:



Entrada anterior
La hija del Toñin y más candidatos que ganaron en el Triángulo Rojo
Entrada siguiente
IEE aprueba cancelaciones de registro de candidaturas
keyboard_arrow_up