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Nueve razones para sospechar del presidente

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1. Si el presidente impulsó un Plan B como estrategia para desmantelar la ciudadanización de los procesos democráticos, entonces seguro, basado en su constante terquedad, existe un “Plan C”. Nadie puede negarle “pasar a la historia”.

2. Si el presidente dice que se están portando bien las “corcholatas”, tal vez quiere decir que más adelante no procurarán la sensatez y la cordura, por lo que tendrán que pagar las consecuencias. Nadie puede ser más radical que él.

3. Si el presidente afirma que los conservadores son todos menos los de su partido probablemente la terna para ocupar el Consejo General del INE venga de sus correligionarios. Nadie puede imponer si él no quiere.

4. Si la ministra plagió y el presidente lo trivializó, cabe la posibilidad de que él tolere, profese y actúe como un plagiario. ¿Alguien se ha atrevido a revisar sus libros?

5. Si el presidente se pelea con asiduidad con los grupos que históricamente lo apoyaron directa e indirectamente, entonces es más reaccionario que aquellos a quienes crítica sin fundamento. Nadie puede ser más contradictorio como él lo ha sido.  

6.- Si el presidente hace caso omiso a las recomendaciones del gobierno de Biden sobre la acción de contrarrestar el narcotráfico, el tema de la soberanía para él es lo de menos, más bien trae una agenda de venganza y victimismo; aspectos nunca vistos en la historia del México moderno. Nadie le tiene que decir quiénes pueden o no ser sus “amigos”.

7. Si el presidente se enemista con la UNAM, con los intelectuales que no le sirven pleitesía, con las mujeres que le reclaman justicia, con los grupos sociales que en la teoría y en la práctica serían parte de su proyecto de Nación, entonces su verdadera intención sí es destruir a México. Para ello se pinta solo, pues lleva casi 20 años en esa batalla (ya casi lo logra).

8. Si el presidente no hace alusión a Noroña no significa cierta falta de empatía, sino más bien hace pensar que se está cocinando la visibilidad de este personaje en las próximas elecciones. Siempre es bueno tener un representante que sea una mezcla entre merolico y salvador de la patria.

9. Si el presidente cree haber cambiado el país en los casi cinco años de su mandato, no sólo devela que “tiene otros datos”, sino un problema de percepción de la realidad. Como todo autócrata, hasta el espejo le tiene miedo y jamás daría lugar a la autocrítica, sobre todo, en sus mañaneras.


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