Almanaque / @AlmanaquePuebla

Esta es la segunda parte de las historias que los poblanos nos enviaron para que se publicarán este Día de San Valentín.

Hace unos días, ALMANAQUE lanzó una convocatoria en la que invitaba a contar #LaHistoriaMásSADdePuebla.

En total son 7 historias que hemos publicado. Léanlas y escribanos en nuestras redes cuál les conmovió más.

#LaHistoriaMásSADdePuebla Los corazones rotos de los poblanos (PARTE 1)

La malagradecida

Tenía una relación que a mi parecer era perfecta y después de dos años de que todo parecía perfecto decidí pedirle matrimonio. Fue en la terraza de La Purificadora y como testigos de tal acontecimiento, la Catedral de la ciudad y la Iglesia de San Francisco.

Siempre fui el tipo de detalles: mariachis, serenatas, flores, salidas al cine, salidas a bailar o detalles cuando ella no lo esperaba.

Ella tenía un hijo de otra relación y siempre le ofrecí un futuro juntos y con lo mejor de mi parte para hacer una bonita familia los tres.

Ella vivía en Plazas Amalucan y yo en La Hacienda.

Para casarnos yo había adquirido una deuda muy grande, para el enganche de un departamento y hacía todo lo humanamente posible por darle lo mejor a mi futura esposa y su hijo.

Un día yo tenía que salir a Monterrey para una junta de trabajo y ella me pidió las llaves del departamento porque se sentía super enferma y tenía problemas con su mamá. Dijo que solo quería descansar y pasar el fin de semana en el departamento con su pequeño.

En ese momento dije campeón, es hora de triunfar y hacer que tu princesa este orgulloso de ti. Preparé un desayuno sorpresa: te chai, sándwichito rico, chocolates, fruta, flores y tarjetas de recupérate pronto y eres el amor de mi vida.

Cuando llegué ella estaba saliendo de mi departamento con un chavo mientras se daban unos besotes bien apasionados. Mientras el chavo le acariciaba abajo de la cintura.

En ese momento los confronté. Les aventé lo que traía en las manos y le dije mil veces a ella que no era justo y que yo no sabía en que había fallado.

Ella solo se quedó callada sin saber que hacer.

Me di la vuelta y con mi orgullo desecho y autoestima por los suelos fui al primer Oxxo que encontré a tomarme unas chelas en la banqueta.

Olvidó mi cumpleaños

Mi novio me marcó una hora antes de salir del trabajo para invitarme al cine, a ver una de esas películas que tanto le gustan. No saben lo feliz y emocionada que estaba, porque justo al otro día (sábado) iba a ser mi cumpleaños. Pensé: “seguramente saliendo me va a llevar a un lugar especial para festejarme”.

Muy a su estilo, pasaron dos horas de película, palomitas, refresco y de él fijando su mirada a la trama de su ficción.

Caminamos de noche, porque fuimos a la última función, sobre los largos pasillos del Cinemex del centro. Ya eran casi las 12 y en mi mente: ¿Y mis mañanitas?, ¿el beso?, ¿mí abrazo? Algo por Dios.

—Nos vamos a tu casa a dormir, ¿no?

—Claro. (Mi mente diciéndose: seguro allá va a ser mi sorpresa)

En el Uber nos dieron las 12, ya era mi cumpleaños. Y este jovencito ni un abrazo de novios, ni la mano me iba dando.

Llegamos a casa y dijo que quería ver una peli y pues ya, me rendí. No tiene nada para mí y me di la vuelta en la cama y me fui a dormir.

En la mañana, se despertó como si nada y cuando abrió su Facebook, le salió la notificación de cumpleaños. Se tocó la cabeza con su mano. Si, sí, una disculpa y me llevó a desayunar. No creo que eso sea tan dramático, pero me dolió.

Me dijo que para él no eran “tan importantes” los cumpleaños o algo así, después de eso, lo anotó en el calendario de su celular.

La parada del bulevar 5 de Mayo

Esta historia empezó hace casi 8 años, un 15 de noviembre del 2012 cuando conocí al protagonista de mi historia. La verdad es que recordar como lo conocí fue algo mágico. Nos mirábamos desde nuestros salones de clase sin dirigirnos la palabra. Había mucha atracción entre nosotros y al conocerlo hubo mucha química, jamás olvidare sus hermosos ojos café claros que brillaban con el sol.

Nos hicimos novios, el tiempo pasó y 3 años después alcanzamos la mayoría de edad. Él fue mi primer amor, esa persona con la que temblaba cuando se me acercaba y se me borraban las palabras cuando tenía que decirle algo.

Nuestra situación familiar nunca fue fácil. Ambos nos teníamos el uno al otro, en casa mi madre decidió que al ser yo mayor de edad, tenía que arreglármelas por mi cuenta, por lo que me cerró las puertas de la casa cuando cumplí los 18 año. En ese momento no tenía familiares cerca debido a que mis padres se habían divorciado y no estaban en buenos términos.

Él decidió apoyarme y me invitó a vivir en Amozoc en donde él estudiaba. Mi sueño era trabajar y después estudiar. Cuando tome el autobús tuve mucho miedo por que llegaría a una nueva ciudad, pero al mismo tiempo me sentía emocionada por que era mi nuevo inicio.

El viaje de 2 horas se me hacía eterno. Cuando por fin llegue a la parada Buenos Aires mi corazón latió muy fuerte porque al abrir las puertas del camión, él estaba esperándome.

Al principio fue difícil adaptarme a mi nueva ciudad sobre todo porque no encontraba trabajo y se nos acababa el dinero y la comida. Él aporto mucho a nuestro hogar al principio, pero yo quería ayudarlo ya que no quería que se preocupara mientras estudiaba, por lo que decidimos visitar la ciudad de Puebla en donde había más posibilidades de encontrar un trabajo y así podríamos salir adelante con nuestra nueva vida.

Tomó el poco dinero que teníamos en nuestra alcancía, subimos al camión y el viaje fue de lo más hermoso, esa noche fue una de las mejores de mi vida cuando la ruta 86 llegó al boulevard 5 de Mayo quería que ese momento no terminara. Vimos la iglesia de San Francisco y recorrimos los centros comerciales y las plazas. En un momento nos detuvimos en un pequeño parque lo abracé muy fuerte, me sentí dichosa por mi nueva vida.

Ambos crecimos hasta el día que decidimos alejarnos. Han pasado 2 años desde la última vez que lo vi. A veces suelo ir a la ciudad de Puebla por capacitaciones o por trabajo, y siempre que voy, seré honesta, paso por nuestra parada del boulevard 5 de Mayo con la esperanza de que tal vez, solo tal vez, él esté ahí esperando con esa hermosa sonrisa que tenía cada vez que nos recibíamos. No todo es malo. Lo llevaré conmigo siempre en mi pensamiento y cada vez que vea el rostro de nuestra hermosa hija, ya que tiene esos hermosos ojos que brillan con el sol.

Amor de Verano 2

Cuando entré a la prepatoria me enamoré a primera vista de un compañero del salón. Su nombre es Néstor. Este caballero porta los labios más hermosos del mundo y una mirada tan profunda que combina a la perfección con la caída de sus pestañas.

Mi amor y admiración creció tanto hacia él que nunca falté a clases con tal de verlo de lunes a viernes. Era mi inspiración para estar ahí, me encantaba que expusiera o participará en clase, pues solo así podía escuchar su voz ya que él era un chico muy tímido y solo hablaba con sus amigos.

Así pasaron 2 años en la prepa hasta que en el último y tercer año decidí contactarlo por el famoso Messenger. Ese chat donde se podían enviar zumbidos. Platicábamos puntualmente todas las tardes a las 5:30 pm. Solo nos conectábamos para platicar.

Un día me entró la desesperación y le confesé mi amor por él. Desafortunadamente no fui correspondida al instante, pero seguíamos hablando e incluso el universo conspiró a mi favor porque se mudó a una colonia cercana a mi casa y era el pretexto perfecto para que tomáramos el bus juntos a la hora de la salida.

El 11 de noviembre del 2008 me dijo que, si quería ser su novia, obviamente me le colgué en el cuello y le dije claro que sí, no lo pensé tanto y por fin éramos novios. Ese día ni siquiera sentía mis pasos. Sentía que volaba o que caminaba sobre algodones. Todavía recuerdo que era una hermosa tarde soleada creo que ya me estaba presagiando toda la felicidad que viviría.

Pasamos muchísimas cosas lindas. Ya casi al final peleábamos mucho porque yo era muy posesiva. Terminamos, pero lo esperé 7 años pensando que algún día regresaríamos y cumpliríamos la promesa de casarnos, pero nunca pasó eso y ahora estoy a punto de casarme con otra persona. Pero a mi Néstor le llevó en mi corazón por siempre y no tengo como pagarle el haberme hecho conocer el amor real y verdadero, le amaré siempre.